Ferriz.com.mx – Astrónomos y astrobiólogos de la NASA y de la UNAM recrearon la quÃmica atmosférica que podrÃa existir en planetas sin vida en la que probaron miles de variaciones en su composición atmosférica y en el tipo de estrellas que los orbitan.
“Estudiábamos atmósferas similares a la Tierra cuando aún no tenÃa vida y encontramos, de forma independiente que habÃa más ozono del esperadoâ€, explicó AntÃgona Segura Peralta, del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la máxima casa de estudios.
En un comunicado, dijo que “el O3 viene del oxÃgeno, pero nuestras atmósferas tenÃan cantidades despreciables de este compuesto que, a diferencia del que hoy respiramos, era producido por reacciones quÃmicasâ€.
A su vez, el cientÃfico del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en Greenbelt, Maryland, Shawn Domagal-Goldman, abundó que “esto tiene consecuencias importantes para nuestros planes a futuro, encaminados a buscar vida fuera de la Tierra.
Nuestra investigación fortalece el argumento de que el metano y el oxÃgeno juntos, o el metano y el ozono enlazados, continúan como fuertes indicadores de vidaâ€, dijo.
El metano está compuesto por un átomo de carbono unido a cuatro de hidrógeno y se puede obtener de formas no biológicas, como en volcanes del fondo de los océanos que lo liberan después de que se origina a través de la reacción de ciertas rocas con el agua de mar.
Por lo que unidas, las moléculas de metano y oxÃgeno son una señal confiable de actividad biológica, ya que el metano no dura mucho en una atmósfera que contiene moléculas con oxÃgeno.
De esta manera si dichos elementos están juntos en la atmósfera, es porque el metano acaba de llegar, pues el oxÃgeno forma parte de una cadena de reacciones que consume rápidamente al primero.
Asà que el metano es reemplazado de forma continua, y la mejor manera de sustituirlo en presencia del oxÃgeno es con actividad biológica, también funciona al revés, por lo que para mantener los niveles de oxÃgeno en una atmósfera con mucho metano se debe liberar más oxÃgeno, y el método idóneo para hacerlo es con vida.
Con esta información el grupo desarrolló un programa para repetir automáticamente los cálculos miles de veces, de modo que pudieron obtener resultados con una gama más amplia de composiciones atmosféricas y para planetas alrededor de diferentes tipos de estrellas.
Además de que fue importante realizar los cálculos para una amplia variedad de casos, porque la producción abiótica, es decir, no biológica de oxÃgeno, depende tanto del ambiente atmosférico como del entorno estelar.
Los especialistas reconocieron que uno de los principales retos para identificar señales de vida es distinguir entre los productos biológicos y los compuestos generados por actividad geológica o por reacciones quÃmicas en la atmósfera.
“Para eso necesitamos entender no sólo el modo en que la vida podrÃa cambiar a un planeta, sino cómo funciona este último y cuáles son las caracterÃsticas de las estrellas que lo albergaâ€, reiteró AntÃgona Segura.
Finalmente, tomando en cuenta este y otros factores, el equipo planea utilizar estos resultados para hacer recomendaciones sobre los requerimientos de los futuros telescopios espaciales diseñados para buscar señales de vida en las atmósferas de los exoplanetas.
Ambos expertos son los autores principales del artÃculo que reporta los resultados de este estudio, que se publicará en The Astrophysical Journal, el 10 de septiembre de 2014, y ya está disponible en lÃnea en: http://stacks.iop.org/0004-637X/792/90.
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